31/1/10

Incarnationis mysterium



No actualizaba el parvulario desde hace un año. La inconstancia, y el impedimento de mis deberes pro pane lucrando, me han embarazado continuar con el sublime estudio de Santo Tomás. Abandonado el estudio del derecho more thomistico, pego un brinco a la tertia pars de la Suma Teológica, afrontando de modo aguerrido el estudio del misterio de la encarnación, núcleo de la fe cristiana. Que se define de manera muy simple, y tal vez escandalosa: Dios, para salvarnos, se ha hecho de condición humana [Deus pro nostra salute factus est homo].

Comenzamos por la primera pregunta (S.Th. III, q.1 a.1): si convenía que Dios se encarnase [utrum fuerit conveniens Deum incarnari]. Y responderla es tanto como adentrarse en el misterio total de Dios: Dios se da a conocer a los hombres de carne y hueso, haciéndose carne, encarnándose.

1. Dios no está al alcance de nuestra percepción, pero sí el mundo, que lo hace manifiesto, como dice San Pablo: "Desde que el mundo es mundo, lo invisible de Dios, es decir, su eterno poder y su divinidad, resulta visible para el que reflexiona sobre sus obras" (Rm 1,20) [Invisibilia Dei per ea quae facta sunt, intellecta, conspiciuntur]. Y precisa Santo Tomás que para eso se hizo el mundo [ad hoc totus mundus est factus]. Ahora bien, por el misterio de la encarnación, Dios encarnado se manifiesta de manera especial y precisa; en palabras de San Juan Damasceno: monstratur simul bonitas et sapientia et iustitia et potentia Dei.

2. Dios es bueno [ipsa natura Dei est bonitas], y es propio de los buenos hacerse uno con todos [pertinet ad rationem boni ut se aliis communicet]. Por eso no sería Dios el sumo bien si no se hiciese uno con los hombres, sus criaturas [ad rationem summi boni pertinet quod summo modo se creaturae communicet].

3. Dios no cambia por hacerse hombre, ni la encarnación se cumple con que Dios venga a ser de modo distinto a como es desde la eternidad [incarnationis mysterium non est impletum per hoc quod Deus sit aliquo modo a suo statu immutatus in quo ab aeterno non fuit]. La criatura por el contrario es mudable [mutabilis], porque no siempre es del mismo modo [non semper eodem modo se habeat]. Por eso, dice Santo Tomás, conviene que la criatura, que no existía en un principio y ha venido a ser [cum prius non esset, in esse producta est], ya que no estaba desde el principio unida a Dios, venga a reunirse con él [cum prius non esset unita Deo, postmodum fuit ei unita].

11 comentarios:

jaimemarlow dijo...

Gracias por esta nueva entrada.

Joaquín dijo...

Gracias a ti, Jaime.

Anónimo dijo...

dios es un concepto.....

Joaquín dijo...

Afirmativo, sr./sra. anónimo/a, Dios es un concepto (podemos tener el concepto de un amigo), pero también es el destinatario de nuestros ruegos y esperanzas.

Dios es concepto cuando lo pensamos, o discurseamos sobre él (haciendo teología), y es un 'tú' cuando le rezamos.

Por eso, entiendo perfectamente posible que un ateo, que no reza a Dios, pueda sin embargo hacer análisis lógico/teológico, presciendo de si el objeto de su pensamiento (i.e. su concepto) tiene o no un referente real.

Gracias por la perspicaz apostilla.

Joaquín dijo...

Gracias, Johannes, Teilhard de Chardin y Tomás de Aquino me parecen compatibles (o mejor, complementarios), pero inmiscibles. La hipótesis del "Punto Omega" (el Verbo) está impregnado de finalismo, y en ese sentido es muy tomista/aristotélico.

Marcos Santos Gómez dijo...

Te agradezco enormemente este proyecto de blog didáctico del que muchos podemos aprender mucho sobre tomismo y teología. Sólo me apena que pase tanto tiempo entre post y post y te transmito mis ánimos para que continúes en ello y te sugiero que actualices más a menudo. Este es un blog prometedor y muy digno de seguirse. Aumenta mis deseos de comprarme la Suma Teologica, donde, como decía Borges de toda la Edad Media, se discute y pregunta exhaustiva e infatigablemente sobre todo lo discutible y preguntable. Saludos, Marcos.

Sierra dijo...

Qué gran blog; pero, ¿sigue activo? De todos modos, felicidades por tan... fructífero esfuerzo, el de llevarlo.

Joaquín dijo...

Lo sobrellevo... Gracias, Sierra.

Diego Antonio Robles dijo...

Mis felicitaciones también por este blog.
Quería preguntar, a propósito del misterio de la encarnacion, si alguien sabe cómo se adaptó el término griego pagano de "misterio", y, por así decirlo, cómo se cristianizó. Gracias.

Joaquín dijo...

Diego, algunas pistas, en el Online Etymology Dictionary:

mystery (1) early 14c., in a theological sense, "religious truth via divine revelation, mystical presence of God," from Anglo-Fr. *misterie (O.Fr. mistere), from L. mysterium, from Gk. mysterion (usually in pl. mysteria) "secret rite or doctrine," from mystes "one who has been initiated," from myein "to close, shut," perhaps referring to the lips (in secrecy) or to the eyes (only initiates were allowed to see the sacred rites). The Gk. word was used in Septuagint for "secret counsel of God," translated in Vulgate as sacramentum. Non-theological use in English, "a hidden or secret thing," is from c.1300. In reference to the ancient rites of Greece, Egypt, etc. it is attested from 1640s. Meaning "detective story" first recorded in Eng. 1908.

mysterion y sacramentum son voces que tienen su lugar en los ritos religiosos, políticos e incluso jurídicos. En la antigüedad la religión no era asunto privado, sino público.

http://www.etymonline.com/index.php?term=mystery

Mendrugo dijo...

Hola, Joaquín. No me había dado cuenta de que hubiera pasado tanto tiempo;-)

Me imagino que Santo Tomás y tú vais a acabar por decirnos que sí, que la Encarnación era conveniente.

Pero a mí de entrada, la idea de que Dios se haga hombre me parece totalmente desquiciada. Y –en casi todos los sentidos de la palabra– nada conveniente: más bien de todo punto disveniente.

«Es incomprensible ese capricho, esa atracción de Dios por la creación material, con la que ha querido fundirse en la Encarnación y en el misterio del Altar».