20/5/08

La difícil metafísica: San Juan de la Cruz

La experiencia mística de Santo Tomás, que le condujo al final de sus días a interrumpir la escritura de la Suma Teológica, nos lleva ahora a San Juan de la Cruz. Una de sus canciones, "Entréme donde no supe", apunta también a los saberes ignotos que superan la razón discursiva. En su sencillez veo que cualquier comentario mío estropearía la gracia cancioneril de los versos sanjuanistas:

Entréme donde no supe,
y quedéme no sabiendo,
toda ciencia trascendiendo.

Yo no supe dónde entraba,
pero, cuando allí me vi,
sin saber dónde me estaba,
grandes cosas entendí;
no diré lo que sentí,
que me quedé no sabiendo,
toda ciencia trascendiendo.

De paz y de piedad
era la ciencia perfecta,
en profunda soledad
entendida, vía recta;
era cosa tan secreta,
que me quedé balbuciendo,
toda ciencia trascendiendo.

Estaba tan embebido,
tan absorto y ajenado,
que se quedó mi sentido
de todo sentir privado,
y el espíritu dotado
de un entender no entendiendo,
toda ciencia trascendiendo.

El que allí llega de vero
de sí mismo desfallece;
cuanto sabía primero
mucho bajo le parece,
y su ciencia tanto crece,
que se queda no sabiendo,
toda ciencia trascendiendo.

Cuanto más alto se sube,
tanto menos se entendía,
que es la tenebrosa nube
que a la noche esclarecía;
por eso quien la sabía
queda siempre no sabiendo,
toda ciencia trascendiendo.

Este saber no sabiendo
es de tan alto poder,
que los sabios arguyendo
jamás le pueden vencer;
que no llega su saber
a no entender entendiendo,
toda ciencia trascendiendo.

Y es de tan alta excelencia
aqueste sumo saber,
que no hay facultad ni ciencia
que le puedan emprender;
quien se supiere vencer
con un no saber sabiendo,
irá siempre trascendiendo.

Y si lo queréis oír,
consiste esta suma ciencia
en un subido sentir
de la divinal esencia;
es obra de su clemencia
hacer quedar no entendiendo,
toda ciencia trascendiendo.

13 comentarios:

párvulo dijo...

Hola Joaquín:

Vuelvo después de varios días muy ocupado y me encuentro con los textos de Avicena, Maimónides, San Juan. Creo que está usted haciendo una introducción excelente. He disfrutado poniéndome al día. Gracias.

Joaquín dijo...

Muchas gracias, y bien regresado, señor párvulo...

Ignacio dijo...

"toda ciencia trascendiendo"


Imposible decirlo mejor.

Nadie como san Juan o Santa Teresa en poesía; sin embargo ahora los proscriben ¿seguro que la inquisición civil es la buena?
Lamentables tiempos, que es dificil honrar nuestra cultura.

Joaquín dijo...

San Juan de la Cruz ha sido muy divulgado por Amancio Prada, y fue un gran acierto porque su poesía se inspira en el cancionero. No creo que esté prohibida, Ignacio, sino que en su sencillez y pureza espanta al personal (pensemos en paint it black y semejantes, que es lo que mola).

En cuanto a trascender a la ciencia (e.e. el conocimiento racional), es un empeño imposible, en un tiempo de inmensos desarrollos tecnológicos, gran pobreza personal, y fuertes supersticiones.

Á manera de conclusión, es un tópico ya decir que ya no estamos preparados para la metafísica, aunque las mentes más preclaras la ven necesaria (¿por qué no recordar al economista Schumacher?).

Cuánto menos estaremos preparados para "trascender la ciencia", como sugiere San Juan (aunque obsérvese que está relatando una experiencia estrictamente individual).

ErmitañoUrbano dijo...

Seria muy interesante comentar algo sobre el influjo de Santo Tomas, atraves del Maestro Eckhart sobre "el Quijote" y San Juan de la Cruz.

Joaquín dijo...

En la edición de las poesías de San Juan de la Cruz que manejo, se lee: "La crítica ha destacado la huella de la 'docta ignorancia', tema axial de este poema que fue conocido en la literatura occidental a partir de la obra de Dionisio Areopagita y propagado en la Europa renacentista por la obra de Nicolás de Cusa (1401-1464). Ello explicaría su presencia en Inglaterra en el siglo XIV, detectada en el anónimo autor de la Nube del desconocimiento, y el que, asimismo, se hiciera patente entre los místicos renanos".

Eckhart y San Juan de la Cruz participaban de un misma clima ideológico (la teología negativa, el saber ignorando). En cuanto a Santo Tomás, también explotará ideas del Areopagita, al que cita de continuo.

Sobre el Quijote, un dominico sevillano, ya fallecido, ha sostenido que la matriz del personaje es nada menos que el también dominico Fray Bartolomé de las Casas. Referencia:

Fr. Isacio Pérez Fernández, O.P., Don Quijote de la Mancha y Don Quijote de las Indias, Sevilla, Convento de Santo Tomás de Aquino, 2002.

Joaquín dijo...

Corrección de errores.- Me dejé llevar por mi mala memoria, y he indicado que fray Isacio Pérez Fernández O.P. era sevillano, cuando nació en León y residió en el convento madrileño de San Pedro Mártir (1922-2001).

Más datos en la página dedicada al recuerdo de Isacio Pérez Fernández.

Emilio Cervantes dijo...

Comienzo por Nietzsche, sigo por Tomás de Aquino y termino en Juan de la Cruz. Mi comentario queda para éste, pues,.... ¿quién dijo que no eran buenos tiempos para la metafísica?. La metafísica es hoy necesaria como el agua. Siempre lo ha sido. Que esto hoy lo vean cuatro millones o lo vean sólo cuatro no le quita un ápice de verdad.

ErmitañoUrbano dijo...

Fray Bartolome de las Casa fue un anti-místico. Nunca seria imagen del ideal del Quijote.

Joaquín dijo...

Ermitaño, planteas un conjunto de asuntos muy polémicos, por lo pronto: ¿Es un modelo místico Don Quijote? (a mí me parece que no, pero...) y ¿era su contrafigura Fray Bartolomé de las Casas? (hay muchos que piensan que Las Casas era un modelo de idealista...). Pero son cuestiones que nos alejan mucho de nuestro propósito en este blog.

Anónimo dijo...

Dos cosas, con permiso por llegar tarde...
1.- No creo que esté prohibida, Ignacio, sino que en su sencillez y pureza espanta al personal

No estoy de acuerdo. Creo que el tema es que la enseñanza no es adecuada (método), ni se elige el mejor momento ni la mejor forma, y tal y como se presenta, es normal que la reacción sea la que es.

2.- trascender a la ciencia (e.e. el conocimiento racional), es un empeño imposible, en un tiempo de inmensos desarrollos tecnológicos, gran pobreza personal, y fuertes supersticiones.
Yo me quedo con los dos últimos factores. El desarrollo tecnológico no tendría necesariamente que jugar en contra. En cambio la pobreza personal y las supersticiones... ¡bingo!

Joaquín dijo...

Bien, Mary White, creo que sí, los chavales no tienen por qué ser hoy menos apto para disfrutar los versos de San Juan de la Cruz. Pero con su poesía ocurre algo admirable, y es que no se comprende sin el silencio. Los jóvenes que hayan contemplado una noche estrellada, o un paisaje de montañas, están mejor preparados para leer a S. Juan de la Cruz.

Morgenrot dijo...

He leído un texto, el anterior, seguido del actual.
No se puede expresar con más belleza lo que le ocurrió a Santo Tomás, que acercado una vez a la Esencia, lo anterior conocido
" mucho bajo le parece
y su ciencia tanto crece, que se queda no sabiendo "

" Entréme dónde no supe " gran definición de lo inefable.

San Juan no es cuestión de modas, ni la metafísica. Mientras el ser aspire a cierta plenitud y al entendimiento...